tratamientos
Tipos de casos en etapas infantiles y juveniles
Dificultades de Aprendizaje
Las DEA se asocian a una de las primeras causas del bajo rendimiento y fracaso escolar. Así pues, hacer una buena prevención y detección, nos permitirá evaluar y saber cómo debemos intervenir para evitar futuros trastornos emocionales. Las DEA pueden estar relacionadas con el lenguaje, la comprensión, con las matemáticas, la memoria, etc.
TDAH (Falta de atención o hiperactividad)
Se trata de un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención y/o hiperactividad y/o impulsividad y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos.
Es frecuente que el TDAH se reconozca en los niños cuando comienza la educación primaria, coincidiendo con dificultades en el rendimiento escolar y la presentación de disfunciones sociales.
Problemas de conducta (rabietas, desobediencia, adolescencia)
Nos referimos tanto a las rabietas, los desafíos a la figura de autoridad, la desobediencia, niños y adolescentes que están siempre enfadados, que a todo dicen que “no”, como a las conductas de agresión y quebrantamiento de normas.
Celos
Los celos infantiles son un sentimiento natural que surge en el niño cuando se siente desplazado. Los niños sienten celos en muchas situaciones. Cuando tienen un hermano, cuando hay algún otro niño que llama la atención de sus papás (sobrino, vecino, hijo de amigos, etc.), cuando en las familias monoparentales aparece una nueva pareja, etc.
Cuando los celos son desproporcionados en intensidad, aparecen de manera recurrente o son infundados, hablamos de celos patológicos y estos si que deben ser tratados.
Trastornos del sueño
Entre el 25-30% de las visitas al pediatra están relacionadas con algún problema ligado al sueño, y los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos a tener el sueño profundo y reparador que necesitan para crecer, vivir sanos y mantenerse bien despiertos durante el día.
Cualesquiera que sean los problemas nocturnos en una familia (conseguir que se vayan a la cama, o que se queden en ella), hay que tener presente que son frecuentes en muchos hogares, al menos ocasionalmente. Las parasomnias, la ansiedad provocada por la separación y el insomnio causado por malos hábitos, el estrés, las enfermedades, algunos medicamentos o la sobreexcitación son causas suficientes para alterar el sueño, que pueden darse en cualquier familia en cualquier momento.
Baja autoestima
La autoestima podemos definirla como la valoración que hacemos de nosotros mismos a partir de las experiencias y sensaciones que hemos experimentando a lo largo de la vida. De ella dependen en gran medida las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos y el autoconcepto, ese aspecto fundamental para triunfar en aquello que nos proponemos.
Las personas con autoestima baja buscan, a veces sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultad para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, sienten y necesitan en sus relaciones interpersonales, así como para poder decir “no” al otro sin sentirse mal por ello.
Adopciones
Los trastornos del vínculo están relacionados con las experiencias en los primeros años de vida, por ello, los niños adoptados pueden sentir miedo a no ser aceptados por los demás o a sufrir de nuevo el abandono. Es normal que el niño en sus primeros años de vida no establezca vínculos de seguridad con ningún adulto responsable y que las relaciones con los adultos sean de inseguridad y de desconfianza. La dificultad para empatizar con los demás, como padres o amigos, puede ser el indicador de un trastorno del vínculo.
En los primeros cursos de primaria algunos niños presentan síntomas de déficit de atención o de hiperactividad, ya que con bastante frecuencia los niños adoptados tienen dificultades para mantener la atención.
Otros síntomas frecuentes son el miedo al abandono, la oposición a todo, comportamiento infantil y dificultades en el rendimiento escolar.
Dislexia
Problemas recurrentes en la lectura y en la escritura nos proporcionan posibles indicios de dislexia, que se manifestarán de un modo diferente según el momento del desarrollo.
La dislexia es un trastorno del desarrollo que normalmente aparece en edades tempranas y persiste en la edad adulta, atenuado gracias a las estrategias de compensación. A pesar de que no tiene nada que ver con la inteligencia, suele dificultar el aprendizaje, pues confunden letras, sílabas y sonidos, y esto les supone un reto para escribir, leer, comprender y expresarse.
Fracaso escolar y/o absentismo
Un elevado porcentaje de casos de fracaso escolar se debe a dificultades como la dislexia o el déficit de atención (con o sin hiperactividad), en otros casos se deben a problemas emocionales. De cualquier manera, la detección temprana es fundamental para su prevención y evitar el abandono escolar.
Falta de habilidades sociales
Se refiere a un mal aprendizaje de cómo hay que relacionarse con los demás y con el entorno que nos rodea. Ese “no saber cómo reaccionar o contestar” a veces se da por excesiva timidez, baja autoestima o falta de empatía y/o autocontrol.
Esta situación les puede llevar a tener dificultades para tener amigos, acoso escolar, depresión, ansiedad…
Ansiedad, fobias y miedos
El miedo es una emoción normal, que tiene una función protectora. Gracias al miedo evitamos situaciones que son peligrosas por diferentes motivos.
La ansiedad, sin embargo, se caracteriza por la anticipación de problemas o peligros, sin que haya una base suficiente para pensar que van a ocurrir. A veces esta ansiedad se presenta en forma de crisis de ansiedad. Cuando las crisis de ansiedad se dan sistemáticamente ante determinadas situaciones estamos hablando de fobias. La ansiedad suele presentarse acompañada de diversos síntomas físicos, tales como: temblores, dolores de cabeza, sudoración, sequedad en la boca, dificultad para tragar, dolor abdominal, náuseas, molestias intestinales…
En el grupo de los trastornos fóbicos podemos incluir, por afinidad, el trastorno de pánico (miedo a tener crisis de ansiedad), la agorafobia (miedo a los espacios abiertos o donde puede resultar embarazoso o difícil escapar), la fobia social (miedo a la crítica negativa de los demás, timidez excesiva) y otras fobias (miedo a la sangre y heridas, fobia a volar, etc.).
Trastornos de Alimentación
Determinados factores psicológicos predisponen a las personas a desarrollar trastornos en la alimentación. Las familias o relaciones disfuncionales son un factor importante. Los rasgos de personalidad pueden también contribuir a estos trastornos. La mayoría de las personas con trastornos de la alimentación tiene baja autoestima, se sienten indefensas y con una insatisfacción profunda por su apariencia.
Los tipos de trastornos son:
- Anorexia nerviosa, cuando la persona adelgaza demasiado, pero no come lo suficiente porque se siente gorda.
- Bulimia nerviosa, que incluye periodos donde la persona come demasiado seguido por frecuentes purgas, a veces vómitos autoprovocados o uso de laxantes.
- Compulsión para comer, que consiste en comer sin control.
Acoso escolar
El acoso escolar o bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros.
La persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos sintiendo gran dolor, angustia y miedo.
Orientación a padres
Nuestro servicio de orientación psicológica a padres tiene como objetivo ayudaros a resolver dudas o conflictos que tengáis con respecto a vuestros hijos, la educación, la crianza o el hecho de ser padres y madres. Siempre partiendo de vuestra propia situación, de manera personalizada.
- Establecer normas de convivencia en casa.
- Alcanzar acuerdos en temas como el tiempo que pueden dedicar a jugar a los videojuegos o la hora a la que tienen que regresar a casa cuando salen con los amigos.
- Ayudar a los hijos a sobrellevar una situación de divorcio o pérdida.
- Organizar el horario de estudio de sus hijos y de actividades extraescolares.
- Elegir un centro escolar apropiado.